El 12 de agosto de 2025, organizaciones de la sociedad civil exigieron al gobierno de Claudia Sheinbaum y a las secretarías de Salud y Hacienda la implementación de impuestos saludables a alcohol, tabaco, bebidas azucaradas y productos ultraprocesados, para que las industrias asuman los costos sanitarios y económicos que hoy paga la población y se financien programas de prevención, atención e innovación en bienestar.
Representantes de Fundar, CIEP, Salud Justa Mx, RASA y El Poder del Consumidor pidieron al gobierno federal aumentar impuestos específicos a productos que dañan la salud. Argumentan que el consumo de alcohol, tabaco y bebidas azucaradas genera enormes costos sociales: alcohol 2.0% del PIB (≈ $552 mil millones anuales), obesidad y sobrepeso 1.78% del PIB, y tabaco 0.57% del PIB. Los oradores afirmaron que estas medidas reducen consumo y generan ingresos destinados a prevención, atención y programas de bienestar; citaron evidencia sobre elasticidad del consumo (un aumento de 10% en el precio del tabaco podría reducir su consumo ~4.25%) y estimaron que un impuesto del 20% a bebidas azucaradas reduciría casi un millón de casos de obesidad y recaudaría $104 mil millones, suficientes para incrementar 60% los recursos de IMSS Bienestar. Además, pidieron mayor transparencia fiscal y que la tasa efectiva de Impuesto Sobre la Renta de estas empresas, hoy alrededor de 3.8%, se eleve.
Impactos en la salud
El tabaquismo provoca más de 63,000 muertes y 429,000 nuevos casos de enfermedades al año. Los costos sociales del tabaco se estiman en $194,600 millones con una recaudación que en 2024 sólo cubrió $46.9 millones. En alcohol, los daños incluyen pérdida de productividad, violencia, accidentes y gasto en salud. En paralelo, México tiene el mayor consumo de bebidas azucaradas en América Latina y altos registros de diabetes atribuible a ellas. Las medidas propuestas son consistentes con evidencia internacional que muestra que gravar el consumo reduce demanda y mejora indicadores de salud pública cuando se combina con campañas educativas y destino claro de recursos.
Beneficios esperados
- Reducción del consumo de productos nocivos (según elasticidades observadas).
- Disminución de morbilidad y mortalidad relacionadas; menor presión sobre servicios de salud.
- Recursos fiscales para prevención, tratamientos, programas de bienestar e innovación en salud digital y comunitaria.
- Señal regulatoria que promueve reformulación de productos y responsabilidad empresarial.
Riesgos y retos
- Posible resistencia política y lobby de las industrias afectadas.
- Efectos regresivos si no se diseñan medidas compensatorias para hogares de bajos ingresos.
- Necesidad de mecanismos claros para que la recaudación se asigne a salud y no a gasto corriente.
- Fiscalización y transparencia para evitar elusión fiscal por parte de empresas.
Propuestas concretas presentadas por las organizaciones
- Aumentar impuestos específicos sobre tabaco, alcohol y bebidas azucaradas (ej.: 20% a bebidas azucaradas).
- Alcanzar o superar el 75% de impuestos en el precio final del tabaco.
- Elevar la tasa efectiva de ISR de las empresas de estos sectores y exigir divulgación pública de información fiscal y financiera.
- Destinar los ingresos a programas de prevención, atención y fortalecimiento de IMSS Bienestar y programas comunitarios de salud.
- Acompañar medidas fiscales con campañas educativas y políticas de reducción de oferta (restricciones de publicidad, etiquetado y regulación de puntos de venta).
Conclusión
El 12 de agosto de 2025, la sociedad civil pidió impuestos saludables para trasladar a las industrias del alcohol, tabaco, bebidas azucaradas y ultraprocesados los costos en salud y economía que hoy paga la población. Según las organizaciones, estas medidas reducirían consumo, generarían recursos para prevención, atención e innovación en bienestar y exigirían mayor responsabilidad fiscal de las empresas.
Glosario
- Impuestos saludables: gravámenes específicos aplicados a productos cuyo consumo provoca daños a la salud (ej.: tabaco, alcohol, bebidas azucaradas), diseñados para reducir consumo y generar recursos públicos para salud.
- Elasticidad precio de la demanda: medida que indica cuánto cambia el consumo cuando varía el precio; por ejemplo, una elasticidad implicaría que si el precio sube 10% y la demanda baja 4.25%, la elasticidad es −0.425.
- ISR tasa efectiva: proporción real que una empresa paga de impuesto sobre la renta respecto a su utilidad o base gravable; una tasa efectiva baja sugiere que beneficios fiscales o estructuras reducen la carga tributaria nominal.
- PIB: Producto Interno Bruto; suma de bienes y servicios producidos en el país durante un periodo; expresar costos como % del PIB contextualiza su magnitud relativa.
- Recaudación etiquetada: asignar explícitamente los ingresos de un impuesto a un destino (por ejemplo, programas de prevención), para garantizar uso específico.